Ya están aquí

Me decía Valentín que vio un autobús que llevaba el Nº5 en plena frente, era nuevecito, impetuoso, curioso y con los laterales brillantes en un lila intenso. Intento pararlo, levanto la mano e hizo aspavientos, le guiño un ojo al conductor, puso cara de seductor y morritos, iba vestido con sus mejores galas para impresionar pero aun así solo pudo acariciarlo con los dedos en un par de paradas mientras arrancaba y seguía su rumbo. Se nota que ese conductor estaba resabiado y que no le habían dado un autobús tan bonito por pararse a la primera de cambio, si quiere subir va a tener que hacer algo más,…tener la paciencia de un santo y saber esperar su momento.

Es solo cuestión de tiempo que Valen deje de ir andando y empiece a ir en autobús, ya empieza a conocerse los horarios, las líneas, como elegir a ojo la mejor parada y le he visto en la mochila un paquete de tickets listos para ser usados.

Antes de la tempestad viene la calma y en esta calma han vuelto los dentones, desaparecieron sin mas a ese limbo donde va todo el pescado cuando desaparece pero han vuelto y yo también tengo el bonobús listo.